Dos temas
Quetzalteco cultural
¿Se han dado cuenta, estimados lectores, que la sección cultural de este trisemanario se ha llenado de vida con un criterio editorial más amplio y constancia en variados temas de interés artístico?
Supongo que no sólo se debe a la disciplina y convicción con que los encargados de la sección desarrollan su trabajo, sino también a la tolerancia y aceptación del Consejo Editorial de este medio.
Supongo que es la seguridad que Flor de María Pérez, editora de la sección, ha pintado en su planteamiento laboral, junto el gran apoyo que implica contar con la asistencia de Estefanía Morales, reportera cultural.
Los grandes periódicos contribuyen de gran manera al establecimiento, promoción y superación de los movimientos artísticos y culturales de una nación, por lo que contar en elQuetzalteco con una sección diversa y de altura, logra más que los propios objetivos editoriales del medio, para convertirse en un verdadero bastión de causas pacíficas.
Como lector agradezco a este medio por valorar positivamente el espacio designado a los temas de dicha sección. Por otro lado, a este y a los otros medios vigentes en nuestra región, como activista cultural exijo que no escatimen nunca en la ampliación destinada a este tipo de información, pues la cultura, en definitiva, es un mejor motor para construir una sociedad próspera y pacífica que las publicaciones sensacionalistas.
Una sociedad que conoce y participa de sus formas de expresión cultural, es una sociedad que se conoce y acepta de mejor forma, detalle sin el que podríamos aspirar a consensos colectivos y, por ende, a una planificación y desempeño democrático de los asuntos de interés colectivo.
Jueves virtual de poesía y agua
Hoy jueves, a partir de las 9 horas, se estará desarrollando una actividad sin precedentes en el ambiente cultural y ambiental de Centroamérica. “Agua y poesía, afluentes de vida y cultura”, “La realidad del recurso hídrico y Centroamérica: ¿Hacia dónde vamos?”, así como un especial centroamericano de Radio Ati conformarán la actividad. No se la pierdan.
31/3/11
Púchica jueves 31 03 11
22/3/11
Púchica jueves 24 03 11
¡Aguas!
“Aguas” muchá, no se dejen engañar pues hay un grupo de gente que está al acecho, listos para influirles en cualquier momento de debilidad, en cualquier momento de despiste.
Son el gremio más perverso, mentiroso y oportunista del país y, por si fuera poco, buscan acceder a más poder, a más fuentes de enriquecimiento ilícito y a más ingenuos que los avalen. ¡Aguas con la gente que hace política! ¡Aguas muchá! ¡No permitamos que nos sigan viendo la cara de pendejos! Porque los guatemaltecos estamos cansados ¿verdad? Y no somos pendejos ¿verdad?
Y aunque lográramos resolver nuestra mediocre cultura política, no serviría de mucho si no resolvemos nuestra cultura ambiental. Entonces, no sólo “aguas” con los perversos políticos. “Aguas” también con el agua, los bosques y el aire, pues de eso sí dependemos. “Aguas” muchá, porque con los políticos podremos quedar como listos si no votamos por su perversidad; pero si no cambiamos nuestra actitud frente al entorno, dentro de poco tiempo estaremos viéndonos las caras de pendejos por no haber cuidado lo más vital.
“Aguas” muchá, porque si no cuidamos al colectivo natural, por más que vayamos a la iglesia, por más que votemos nulo en las próximas elecciones, por más que consigamos un empleo bien pagado, estaremos quedando de pendejos ante el futuro, ante nuestros hijos, ante Dios.
Participar
A estas alturas de la historia, quien no cuida el entorno no puede defenderse argumentando ignorancia. La información básica para incorporar en nuestra actitud de vida está circulando por diversos niveles. En esta época hablamos de medio ambiente en las escuelas, en las familias, en los trabajos. Nos lo dicen por la tele, por la prensa, por la radio, por el Internet. A estas alturas de la historia humana, el que es prudente con el ambiente es considerado inteligente y generoso, es un buen amigo. Por eso, “aguas” muchá, si no nos preocupamos nos convertimos en tan mala gente como los políticos.
Les invito a compartir su experiencia y buscar consejos en www.eco-book.net, donde miles de amigos nos estamos encontrando.
17/3/11
Historiografía de Amadeo Brañas
(Dedicado a Eduardo Villagrán con motivo de la presentación de su libro Amadeo Brañas, historiógrafo)
No he visto a Amadeo desde que lo asaltaron y decidió vivir por un tiempo con sus ahorros, exactamente desde esa última borrachera en el Portalito, en la que hasta el chino de la tienda llegó.
Pero no se me salió de la cabeza una de sus últimas frases al despedirse: quería escribir su propia historia bonita y comenzar…
Yo, por mi lado, estaba un poco harto del quiosco y más aún de
Fue entonces que lo decidí: escribiría esta historia bonita de Amadeo, por si algún día lo vuelvo a ver, para constatar si yo, a mi vez, hubiera tenido talento para inventar patrañas.
Con los excepcionales niveles de imaginación que se le generaron mientras estuvo amarrado a la pila, en
Los talentos de Amadeo no pasaron desapercibidos a los ojos de editores, quienes ansiosos de buenos creadores de patrañas jugaron una guerra bajo la mesa para negociar quién lo contrataba. Finalmente hubo un editor que logró convencerle de venir a sus páginas y hacerse cargo del horóscopo, siendo su acierto tal, que el éxito enrome obtenido lo obligó a independizarse y crear su propio bufete de historiografía, toda una innovación en el mercado local.
Es cierto que Arzú aun no componía la sexta, pero el encanto del Pasaje Rubio hacía a Amadeo sentir como si estuviera trabajando en la mismísima París y la cosa le iba bien, tan bien que pudo preservar, no si una gran dosis de inteligencia, algunos ahorritos que le dieron la libertad de retirarse a un año sabático.
Durante ese tiempo de ocio decidió dejar de escribir y lanzarse al mundo a buscar su propia historia. Bueno, “el mundo”, se dice en sentido figurado, porque una vez juró que nunca dejaría su patria a merced de los tiranos. Seguro de que no abandonaría Guatemala, dedicó su vida a forjar destreza en su trabajo, a buscar la excelencia y no estimó ético lucrar de sobremanera con su oficio.
Finalmente decidió que no quería pasar ese año en
Llevaba dos semanas de sol y lectura (porque de sus libros no se pudo separar) cuando se le acercó el negro de la agencia de viajes, a quién había conocido cuando buscaba un tur para ir con algunos gringos a buscar manatíes. Robert, el Negro, le dijo que necesitaba una persona madura para atender la oficina, alguien con dominio de “mundo”, y que a él, a Amadeo, le resplandecía ese talento.
Eso del dominio de “mundo” le encantó y aceptó el trabajo, pues lo imaginó como la excusa ideal para pasar días enteros echado la hueva en la calle principal, viendo pasar negras y gringas y más negras y más gringas… y de vez en cuando también atendiendo a parejas de israelitas que buscaran algo más barato.
Y así fue. Conoció muchísima gente y le agarró gusto al gifiti, ahora que ya no podía planearse las cómodas chibolas del Portalito, a unos pasos de su bufete. Hizo amistad con el supervisor municipal de educación, por lo que a los pocos meses ya se había acomodado en lo mejor de la sociedad de aquel poblado en el caribe.
Robert, el negro que le ofreció el empleo, le advirtió que a mediados de marzo siempre viene el dueño, por lo que en esas fechas hay mantener todo pulcro.
Amadeo no era un adolescente desordenado sino todo lo contrario, por lo que consiguió transformar una oficina mal parada en un verdadero centro de atención al visitante, con el mejor servicio de conexiones interdepartamentales y los turs más sobresaliente de la oferta local.
Cuando mister Steven llegó en marzo, quedó tan agradecido que lo invitó a descansar el fin de semana en su chalet de Punta de Manabique, gesto que Amadeo no despreció pues lo consideró merecido y muy ajustado a su nivel, además que el mister se veía generoso y bonachón.
Ese fin de semana cambió la vida de Amadeo Brañas. Llegaron, abrieron una cerveza y escucharon un ruido de avioneta.
-Vamos –le dijo- ahí viene mi amigo Charles en su hidroplano, vamos a darles la bienvenida.
La avioneta aparcó en el muelle que, dicho sea de paso, estaba ubicado en el fondo de una exquisita bahía selvática, quebrando una delicada playa de arena blanca que no hacía daño a los pies. Apagó sus motores y descendió, primero, una mujer adulta que parecía nuestra abuela; luego aparecieron las largas piernas de Charles y por último, como momento salido de una ficción aburrida, apareció Vanesa, la misma muchacha que tantas veces visitó a Amadeo en su bufete. Después de probar suerte en la aviación con una práctica pero comprometedora forma de inducción, que consistía en acostarse con sus posibles tutores para ganar el favor, Vanesa se casó con un gringo pistudo que la llevó ese día hasta Punta de Manabique.
Cuando Amadeo la vio, sintió como las piernas se le aguadaban y el sudor se le multiplicaba en la frente.
¡Vanesa! Pensó, y se quiso ver formando parte de un capítulo de
Pero ella, fríamente, le guiñó el ojo como para hacerle entender que mas valía fingir que no se conocían. Amadeo aceptó el mensaje y creyó comprender que el tal Charles sería un machista celoso. De esa forma, guardó su compostura y se les acercó a saludar como todo un caballero, presentándose con su nombre a secas.
Esa noche fue noche de copas y antes del zenit lunar, ya nadie podía mantener el equilibrio. Charles dobló roncando en el sillón y Vanesa, con el último botón de la blusa desabrochado, enseñaba ese puente blanco que unía dos molletes recién horneados y que Amadeo recordó perfectamente, con los nervios a punto de estallar.
Vanesa rompió en llanto y lo jaló hasta el muelle para luego montarlo en el hidroplano. Cerró la puerta y le explicó que el tal Charles la tenía casi raptada, le suplicó que la acompañara y que huyeran a Isla de Maíz, que ella ya era piloto profesional y que tenían combustible. Como Amadeo se negó por considerar aquella idea algo descabellado, Vanesa se volteó y abrió una maleta, igual a otras tres que yacían apoyadas en la parte trasera de la cabina. Contenía fajos de dólares, como esos que se ven en las películas, y pareció el momento ideal para, ahora sí, mandar a la punta los ideas y huir con ese regalo que Dios, Maximón, San Pascual o saber quién le había mandado.
Se fueron, por descabellada que suene la historia, y pusieron un hotel en Isla de Maíz donde criaron una niña de rulos azabaches. Nunca la justicia los buscó ni Amadeo se preocupó más por ser un buen guatemalteco.
15/3/11
Púchica jueves 17 03 11
Terremoto
Ese día, Siete Tz´i´, las ciudades amanecieron destruidas, y todas las zonas urbanas de mayor densidad estaban en ruinas. Los incendios de la noche anterior, derivados del terremoto, habían sido sofocados casi en su totalidad por la inclemente lluvia que empapaba a toda la nación. Todo barrido, todo aplastado. Había llantos y lamentos por cualquier parte, y en el peor de los casos, un silencio infernal que se rompía únicamente por el desplome de frágiles escombros o correntadas lluviosas que arrancaban algo.
Los poblados rurales, los menos afectados, no denotaban la magnitud del evento, y organizados comunitariamente atendían la emergencia en sus pueblos. Eso sí: todos los sobrevivientes sintieron respondida la recurrente pregunta en los últimos cuarenta años: ¿cómo será el próximo terremoto?
Pero había tardado mucho en llegar. Tanto que los desplazamientos por otros fenómenos naturales como erupciones y huracanes había saturado las zonas menos riesgosas. Todo era un caos y parecía imposible que, en algún momento, pudiera verse algo positivo del asunto.
Pasados los meses, en una incesante lucha por continuar el camino, se fueron evidenciando algunos aspectos que permitirían levantar la cara ante el futuro. Uno muy importante fue que Guatemala, al ser un país subdesarrollado, poseía menos contaminantes en su territorio, lo que no sólo representaba una ventaja de salubridad tras el desastre, sino que generó un incremento de la autoestima colectiva al compararse con los recientes desastres de las grandes naciones, territorios donde seguían pasando los años y la gente aún se estaba muriendo por efectos radioactivos o envenenamientos.
Gracias a esas irresponsables naciones, en Guatemala se conocían los peligros de, por ejemplo, las nubes radioactivas. Esto significó una importante posibilidad para reconstruir una nación que, con mínimas ventajas, había recibido el último golpe de una educación violenta, el cuentazo con que por fin se aprendió la lección. Una lastimosa patada en el trasero que costó millones de vidas, pero nos dio la re-evolución.
14/3/11
San Pablo la Laguna
8/3/11
8 de marzo
El martes pasado se celebró nuevamente el Día Internacional de
Gran iniciativa para Atitlán
Desde hace algunos meses empezó a gestarse una idea formidable para reactivar la economía de las poblaciones en torno al lago de Atitlán, mientras se fortalce de forma integral la actitud de la ciudadanía local en torno a los retos de conservación para esta maravilla natural, calificada por el famoso escritor Aldous Huxley como "el lago más bello del mundo".
Se trata de una maratón internacional, la primera proyectada en Guatemala, que busca atraer a familias completas en torno a un ambiente deportivo y cultural, y recaudar fondos para apoyar la campaña de cultura comunitaria para el manejo y gestión de residuos sólidos Más Vale Limpio, del Connectivo Guatemala, que complementa y apoya otras iniciativas en
La primera edición de la maratón, que se propone como un evento anual, se realizará dentro de un año, por lo que distintos sectores se encuentran cohesionando sus esfuerzos para lograr, paralelamente a la producción del evento en sí, una apropiación de la ciudadanía que garantice la participación comunitaria en distintos niveles que van desde el apoyo promocional hasta la restauración física de las poblaciones.
Así es que, con un año de anticipación, se invita a la población nacional e internacional a que se preparen para participar en esta excelente iniciativa.
1/3/11
Púchica jueves 03 03 11
-Mano, te tengo que contar –me dijo el “X” antes de siquiera saludarme.
-Tranquilo compadre -le respondí- mirate cómo venís de alterado.
-Es que llegó el “Y” a decirme que me estafaron, yo creí que mi vida ya estaba asegurada con mi terreno y el hijo de p… me engaño y me robó.
-¿Cómo así vos?
-Pues el terreno tenía dueño y me metieron la v…
“X” temblaba de histérico, periódicamente se le salía una lágrima y el tono de su piel variaba de pálido de desmayo a morado de cólera. No era para menos: su futuro y el futuro de sus hijos había retrocedido en una mañana lo que años costó de trabajo y constancia con tal de tener algo concreto, un terreno. No era para menos, ¿qué más le quedaba que ponerse histérico?
Entonces medité que aun no tengo terreno, aún no garantizo algo concreto para mi vida y la de mis hijos; pero sí aprendí a cambiar mis hábitos domésticos para minimizar mi impacto ambiental convencido de que es importante para las generaciones que me seguirán, incluidos mis hijos y sus hijos.
Me di cuenta de que mi situación es similar a la de “X”. Me pongo histérico de que continuamente hay delincuentes que con una acción se cantan en lo que a la vida del planeta le tomó millones de años alcanzar, y en lo que a mi persona le ha costado tanto asumir y tratar de mejorar.
Me pongo histérico de que el Estado no respete las consultas populares, de que las mineras gasten millones en publicidad para tratarnos de convencer de que no están haciendo lo que están haciendo. Me pongo histérico de que construyan las devastadoras mega hidroeléctricas, cuando nuestro país tiene potencial hídrico para sacarle energía sin alterar el ecosistema. Me pone histérico que los inconcientes depredadores crean que es un insulto decirle a alguien eco-histérico.
Soy un eco-histérico, seguro que sí. Pero no me considero un alborotador del orden y acumulo mi histerismo en mi máquina de hacer energía personal. Eso le dije a X:
-Claro que uno se pone histérico y si no te afectara tanto como para histeriquear, no podrías tener energía para resolver. Así que ¡ánimo amigo!