14/5/12

Se cansó mi voluntad

Mi voluntad se cansó de esperar por la tuya, y en el camino -breve, tan breve que se recorre en un suspiro- la eternidad enraizó mis necedades y mi orgullo, pues no quería perderte, pero menos quería perderme. Y sin embargo me perdí, en ese caminito que lleva desde mi alma hasta mi alma sin ser dos. Me perdí esperando turno para aceptar mi respuesta.  Me perdí entre el hambre y la frustración mientras mis pies, por no dejarte, a penas se movían, o más bien se movían en círculos mientras, paradója, vos seguías tu camino que en tu alucín llevaría a mi alma... Pero te alejaste sin distancia y construiste con mis manos un muro infranqueable. Yo tu títere tratando de contar mi historia. Y yo, mi historia tratando de escribirse sin lápiz, porque todos los lápices se quedaron en la inmensidad caótica de tu morral, donde también guarde mis memorias más viejas, las que había escrito con el lápiz que robé de tu alma.
Mientras tanto, con una voluntad cansada, casi agotada, revisaré mi caminito para ver si, al menos, logro que me conduzca del alma al corazón.

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