14/12/05

puchica jueves 15 12 05


Respuestas (1)
Debido a la cantidad de mensajes que recibí a raíz de mi publicación del jueves 1 de diciembre, que en forma de correo electrónico, cartas y llamadas telefónicas me hicieron ver su acuerdo o desacuerdo con el tema tocado, en donde expuse mis convicciones respecto al papel de la iglesia católica, deseo responder de una forma general.
Primero que nada, agradezco el tiempo que se tomó tanta gente (incluida mi mamá, un cura y una ex novia) para hacerme llegar su comentario, sobre todo los adversos que me ayudan a enriquecer mis argumentos y la seguridad que tengo al tocar un tema como el de cuestión.
Desde el momento en que me di cuenta que la iglesia católica no respetaba mis propias desiciones sino que trataba de inducirme a formas de pensar muchas veces ilógicas y en busca de una idiotización solo justificable si tomamos en cuenta que la durante la historia esta institución ha tenido el carácter de conquista, decidí apartarme de ella y advertir a quienes prestaran atención, que la palabra de Cristo ha sido manipulada para satisfacer los intereses de una institución en muchos aspectos absurda.
“Hay que creer en Dios, porque sólo por el es posible la magia de la vida” me dijo alguien que por lo visto me creyó ateo. Pero yo agrego que la única forma de alabar a la Única Energía Superior, es amar a todos, saber perdonar y no hacer nunca lo que no se quiere para uno mismo. Esto es el mensaje que Jesús transmitió con tanta firmeza que aun en nuestros días se le sigue adjudicando a él, a pesar de haber surgido después de su aparición en la historia personajes con el mismo estandarte como Mahoma o Gandhi, y a pesar de seguir registrados en la historia muchos personajes anteriores a él, como Abraham o Sidarta que también deseaban el respeto al derecho ajeno. La trascendencia de Jesucristo no me sorprende pues creo en su carisma como persona, en su elocuencia y en su capacidad administrativa para fundar un movimiento con bases sólidas. Pero entre ese movimiento y la iglesia católica hay un gran abismo zanjado por la corrupción, las riquezas materiales y el delirio del poder.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hombre religioso

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