30/11/05

Púchica jueves 01 12 05


Iglesia Católica

Fui bautizado al poco tiempo de nacer. Un cura me echó agua y lloré mientras mis papás y mis padrinos (a quienes nunca he vuelto a ver) se regocijaban en la gracia de un dios, o del hijo de un dios, o del espíritu de un dios. Respeto las creencias de quienes escribieron la Biblia, respeto aun más su genialidad literaria. Respeto también a ese Jesús Nazareno, haya o no haya existido. Lo respeto tanto que es, sin lugar a dudas, a quien más admiro, y no por lo que dicen los evangelios aunque también, sino porque lo comprendo como persona, entiendo sus motivaciones e imagino claramente qué tipo de persona fue. Ojalá todos le admiráramos como persona aunque fuera un poquito, porque al admirarlo como dios se deja de ver humana la ansiedad por un mundo en paz, con amor.
Jesús fue un jipi, hecho y derecho, con caites, morral y pelo largo, pero con muchos más huevos y menos drogas.
¡Ay Dios! Si ese hombre viviera entre nosotros ya se hubiera suicidado al ver lo que hacen con su nombre. Hacen temblar.

Conquista
La iglesia católica es una de las instituciones de poder más antiguas del mundo.
A nuestras tierras llegó del lado de los agresores a conquistar y fortalecer una colonia esclavista, como todas las conquistas, y embrutecedora. Es la misma iglesia que celebró, hace poco más de una década, los quinientos años de dominio.
Ella es en gran parte la culpable de nuestra mediocridad, de nuestra pobreza, de nuestra lentitud y de nuestra hipocresía. Dicen buscar el bienestar para todos e intentan transmitir el mensaje del Nazareno, mismo que durante tanto tiempo, y bien concientemente, han logrado tergiversar ocultando referencias y literatura histórica entre otras cosas.
Una iglesia puede emitir su opinión y tratar de transmitírsela a sus creyentes, pero nunca debe hacer presión al estado en torno a las leyes. Ante Dios, según ellos, existen diez leyes o mandamientos. Y así como ellos exigen que se vete la Ley de Planificación Familiar, y deciden que el homosexualismo es pecado, yo les exijo que no se metan en política ni en género, ni en deportes ni en arte. Que se metan con el espíritu, que en todo caso les compete.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Señor editorialista de El Quetzalteco:
Es un honor para mi poder dirigirme a usted, sólo quería suplicarle que leyera el archivo adjunto, creo que será de su interés, así como lo tendría que ser de todo quetzalteco.
Quetzaltenango, febrero de 2006.

Las Facultades de Quezaltenango URL, fueron fundadas con el nombre de Escuela superior Hermano Pedro de Bethancourt en el año de 1963, por la inquietud de hijos de está tierra que deseaban el engrandecimiento cultural y educativo de sus coterráneos. Las Facultades de Quezaltenango sirvieron como un sustituto de las siempre añoradas Facultades de Occidente que por diferentes razones, producto de una personalidad enferma como la del tirano Estrada Cabrera fueron clausuradas sin mas razón que rencillas personales de este mal nacido en está tierra con los que fueron sus colegas de profesión y que en ese entonces dirigían aquella educación educativa.
Una vez fundadas la de Escuela Superior Hermano Pedro de Bethancourt, los fundadores pensaron, para poder brindar un servicio de más calidad, pedir el apoyo experimentado de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, está universidad envió diversos elementos que permitieron un mejor desenvolvimiento de la educación universitaria, sobresaliendo el valioso material humano, encabezado por diversos sacerdotes jesuitas de alto valor humano y cultural; jesuitas que dejaron plasmado su trabajo en la formación de los quezaltecos, y occidentales en general, que tuvieron la dicha de ser beneficiado con su sabiduría, tanto al ser oyentes en sus clases, como en el esfuerzo por proporcionar instalaciones dignas de los siempre anhelantes por superarse quetzaltecos.

A partir del año 2001, los cambios políticos internos de la Landívar de Guatemala, llevaron a puesto de dirección a personas que por diversas razones decidieron que era tiempo de quitar el manejo de las Facultades de Quetzaltenango, Universidad Rafael Landívar, a los quetzaltecos (como hasta ese momento venía siendo, situación fácil de corroborar al ver los nombres de las autoridades que fungieron en estas Facultades que en alto número eran oriundos de esta tierra) por personas enviadas para “intervenir” en este ambiente universitario y quitar de la administración y dirección a los que fundaron y dueños legítimos de la institución , entiéndase aquí: LOS QUETZALTECOS.
Los cambios dados, fueron sutiles, se trastocaron los currículum de estudios, destruyendo lo hecho hasta ese momento, se hicieron pantomimas de reformas curriculares hechas por profesionales catedráticos de la FQURL, para finalmente no ser consideradas y simplemente “importar” del campus central sus currículos; incluso se trato de cambiar el nombre de la universidad, Facultades de Quetzaltenango, Universidad Rafael Landívar, por el de Universidad Rafael Landívar sede Quetzaltenango. Las Facultades sirvieron al fin de cuentas, sólo como una mera vitrina personal, para el que la dirigió en aquel momento, para promocionarse egoístamente. Todo lo que este personaje hacia era para ser visto, pero al final, aunque la finalidad no era la más sana, por lo menos dejo una obra que resulto beneficiosa para la ciudad (con esto último nos referimos a la renovación del edificio, sede las Facultades).

Una vez que este primer interventor marcho, la fortuna no nos favoreció; fue enviado un nuevo director general, con un bajo nivel cultural y académico (como creo que está claro, el hecho de cursar en una universidad del país no es garantía de ser ni siquiera una persona educada, menos garantía de ser culto, con un único, a lo mejor bien intencionado, deseo y anhelo de dar clases (hay que hacer la observación de que con buenas intenciones no siempre basta, ya lo dice la sabiduría popular, con aquel refrán que reza: “de buenas intenciones está lleno el infierno”); pero volviendo a este segundo director, sólo basta el oír alguno de sus discursos para percatarse de lo poco generosa que a sido la vida para proporcionarle gracias culturales. El se ha preocupado por “instruir” a los catedráticos, trayendo conferencistas que sólo vienen a dar conocimiento de lo que se podría denominar de temas de libros de anaqueles de supermercado, conocimientos sin un verdadero trasfondo científico y cultural, y que al final no son más que contenidos de material motivador totalmente superfluo, contenidos de libros preocupados solo para poder ser vendidos, y que distan mucho ser los idóneos para formar a catedráticos que posteriormente formaran a sus alumnos.
El daño no se queda allí, va más lejos, y aquí desembocamos en la razón que motiva a escribir esta misiva, el director general no conforme con sus desaciertos producto de su incultura, ahora pretende tomar una acción que lesionará gravemente lo que es el patrimonio de la cultura de nuestra ciudad. Como se señaló anteriormente, las FQURL son producto de la inquietud de quezaltecos, además de la visión de jesuitas que tomaron las riendas de estas facultades y que entre otros de sus aportes fue el de fundar y enriquecer una estupenda biblioteca, que no hay duda es la mejor biblioteca que existe en el interior del país y sin duda esta entre las cinco mejores de todo la nación. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de haber ido a realizar una consulta a esta, o ni siquiera, con solo haberse asomado a la puerta de entrada, le queda la impresión de una biblioteca formada con mucho cuidado, con amor; no se ha escatimado esfuerzos humanos ni monetarios al momento de conformarla, no descuidándose ninguna área del conocimiento humano, en ella se encuentran libros técnicos propios de las áreas de estudio que se imparten en las Facultades, pero sin descuidarse otras no menos importantes en el saber humano, y creemos, sin el temor a equivocarnos, las más importantes como lo constituyen la filosofía, el humanismo en su conjunto, conocimientos que son el alma de la humanidad y las artes (gráficas y escritas).
El director general, aduciendo que por ser un hombre de empresas (sin quedar bien claro sus verdaderas intenciones), va desmembrar la biblioteca, reduciendo los volúmenes que componen la inestimable colección de 42,000 ejemplares a 21,000. El otro 50% de esta inestimable colección se embodegará y otro tanto se “donara” a otras instituciones, (de que sirve desmembrar a lo mejor que hay en ese lugar que supuestamente es un lugar que tendrían que estimar la cultura sobre todo lo demás), instituciones, que en poco tiempo lo que ha sido tan bien cuidado por los quezaltecos que han laborado en esta Universidad, será descuidado y paulatinamente destruido como se ve en otras bibliotecas públicas que funcionan en nuestra Xelajú.


Que lastima que él, que tendría ser un baluarte en pro de la difusión del conocimiento, no tome en cuenta las lecciones de la historia, que no tenga en mente de lo mucho que nos empobrecimos los seres humanos, cuando se perdió la celebre biblioteca de Alejandría, o lo mucho que nos empobrecimos cuando, producto de un absurdo y oscuro celo, fueron destruidos todos los códices mayas y los archivos de otros pueblos prehispánicos.

Y que lastima que este sujeto no tome en cuenta situaciones como las publicadas en “El Períodico” del 24 de enero recién pasado en donde se informa de un Encuentro Nacional para la formulación de las políticas del libro y lectura, en donde reunirá durante 3 días a representantes de los sectores relacionados con el libro, el proyecto contempla cinco grandes objetivos: el fortalecimiento a bibliotecas, el acceso a la cultura escrita, el refuerzo a los programas de formación para docentes y animadores de la lectura, el estimulo a la producción editorial y a la creación escrita en idioma maya. En dicho encuentro participaran Universidades, los ministerios de Cultura y Deportes, Educación, comunicaciones y Finanzas Públicas, la gremial de editores, de libreros, OEA, Asociación de bibliotecolos, la Academia de lenguas mayas y la Asociación de periodistas de Guatemala, UNESCO e Intervida ofrecerán cooperación técnica"


Otros haciendo esfuerzos por incentivar la lecturas mientras este sujeto autonombrándose como “censor cultural”.

Hace ya seis décadas que uno de los dictadores de Guatemala se dió el gusto de quitarnos uno de los patrimonios por los que se lucho en está tierra para la prosperidad material de los hijos de Xela, destruyó con saña aquel tan planificado y después añorado Ferrocarril de los Altos, llegando incluso a dinamitar vagones del tren en lo que hoy es la Rotonda sólo como una afrenta a los quetzaltecos; hoy, en el 2006 están desmantelando un patrimonio, en esta ocasión cultural, de este pueblo, la pregunta es: ¿Lo permitiremos los quetzaltecos?




Señor editorialista, usted tiene la posibilidad de hacer sentir su voz en el medio escrito donde colabora, no permitamos que se nos quite, a nosotros y a nuestros hijos, lo que es un esfuerzo de quetzaltecos. Por favor no calle pues usted tiene el privilegio de ser un vocero de este pueblo con sólo el hecho de escribir donde escribe.




Cualquiera de los datos mencionados arriba, relacionados con la biblioteca son fácilmente corroborables con sólo asomarse a las puertas de acceso a sus salones de lectura.

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