1/5/13

El chiste de saberlo o el disgusto de ignorarlo.

Mordeme la oreja derecha,
arrancámela.
Moredeme la oreja izquierda,
arrancámela.
Ahora, listos;
susurrame al oido las historias
que antes no pude escuchar.
Cantame la oración pagana
que no entendí.
Recitá las letras estorbosas
que jamás pretendí.
Coloreá los paisajes,
bailá las mareas,
fotografiá la escena del crímen
y redactá el informe imposible.
Que ni así cambiará la pasión del momento en que bajo las sábanas
-o sobre el petate-
En que desucbrí tu existir
patria mía
que con oceános, continentes y arrecífes
defines a exactitud
lo que con dolor
te podría definir.
Por eso yo, el que te habla,
tu amigo,
no votaré por ninguno de los dos bandos
sino por vos
patria mía
que trasciendes las fronteras,
colores y climas,
tallas y engases,
gustos y disgustos.


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