22/12/11

Bomberitos en La Esperanza

Hace 15 años fueron fundadas, en la ciudad de Guatemala, las Brigadas Infantiles del Benemérito Cuerpo de Bomberos Voluntarios, con el objetivo de inculcar valores de servicio en la niñez, así como inducirles en las técnicas de salvamento y primeros auxilios. Durante este lapso, las mismas han ido creándose en distintos municipios del país.

El 16 de noviembre pasado, el esfuerzo del personal de la 94 compañía, ubicada en La Esperanza, Quetzaltenango, cobró recompensa al iniciar la primer Brigada Infantil del municipio, que acreditará un grupo de pequeños, niños y niñas, de entre 6 y 12 años.

El bombero Édgar López afirma que el objetivo es instituir un semillero de bomberos, buscando que el recurso humano no llegue a escasear en la institución bomberil. “El curso empezó el 16 de noviembre y termina el 16 de diciembre”, para completar un mes de preparación, con el que los niños puedan obtener su diploma y acreditación como miembros de la Brigada Infantil de La Esperanza, concluye.

Osvaldo Rodas, otro bombero involucrado, dice que “en los 22 años de estar trabajando en esta compañía, nos hemos dado cuenta de lo que el municipio necesita, y que a veces no se tiene respuesta de los adultos. Entonces queremos sembrar la semilla en los niños, quienes de por sí admiran a los bomberos”.

La autorización, otorgada por la Asociación Nacional de Bomberos Voluntarios, es un trámite necesario para poder asumir a nivel institucional la responsabilidad de tener a los niños a su cargo. Deben llevar fichas completas de cada niño, que incluyen información sobre posibles alergias y cuidados especiales, entre otros, para garantizar su seguridad.

El resultado

“Para ser honestos, esperábamos entre 15 y 20 niños, cantidad que se triplicó” dice Rodas. “Somos seis los instructores, pero gracias al apoyo de todo el personal, que se ha mostrado colaborador durante sus turnos y tiempos libres, hemos podido asumir el reto”.

La graduación de esta primera promoción fue el 18 de diciembre. “Se desarrolló, como clausura, un simulacro en el quelos niños hicieron una demostración a los padres y vecinos del municipio, para que se den cuenta de lo importante de que, desde chiquitos, empiecen a practicar buenos principios, como el servicio común a la humanidad”. Además, les fueron impuestos sus cascos y entregadas sus acreditaciones.

José Rodrigo Cárdenas, un participante de 6 años, comparte con seguridad: “Hay varios tipos de fuego. El A es cuando se quema papel, hojas secas (orgánico); el B es el de cera y gasolina (combustibles), el C de computadoras y televisiones (electricidad) y el D, ya no me acuerdo (risas)”.

En este mes aprendieron primeros auxilios, herramientas de salvamento y, por supuesto, tipos de fuego y cómo sofocarlo. Rodas asegura que “esperan darles una formación completa para que, incluso, puedan en sus escuelas y ambientes cotidianos, desenvolver la capacidad de servir en base a sus conocimientos”.

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