Para no obviarlos
Cientos de niños mueren por causas prevenibles cada año, no los olvidemos.
Darin Amalia Pérez Maldonado, 11 años, ahogada al caer a una piscina en San Juan Ostuncalco. Karla Victoria López, 12 años, ahogada al caer a una piscina en San Juan Ostuncalco. Josúe Alexander Barrios Ballina, 17 años, murió por arma de fuego. José Alexander Vargas, 17 años, era carpintero y recibió tres balazos en el pecho cuando caminaba en Boca del Monte. Leonel Adelso López Gregorio, 5 meses, dormía en una hamaca cuando fue asesinado por su padre a balazos en El Pedregal, Quezaltepeque. José Antonio Catalán Hidalgo, 17 años, asesinado a tiros en un restaurante mexicano en La Democracia, Huehuetenango. José Antonio Pérez Sánchez, 14 años, asesinado de varios tiros en la espalda y el pecho a media cuadra del colegio Puente Belice, Zona 6. Adolescente sin identificar, murió cuando varios sujetos intentaron violarla y al oponerse, la acuchillaron. Sin identificar, 16 años, decapitada y encontrada en La Barca, Amatitlán, intentaron mutilarle los brazos y las piernas pero no pudieron cortar los huesos. Gabriela Hernández Vásquez, 13 años, asesinada cuando intentaron violarla. Ana Marina Choc Pop, 12 años, murió tras recibir tres impactos de bala al quedar en medio de un tiroteo en El Porvenir, San Benito, Petén. Marvin Alejandro Son Batz, 3 años, accidentalmente se disparo en la cabeza con un arma hechiza de su padre. Sin identificar, 12 años, alcanzada por proyectiles en un tiroteo en San Benito Petén. Fredy Raúl Saénz Pacheco, 9 años, un deslave lo soterró junto a toda su familia en la Zona 16. Aniceto Saénz Pacheco, 5 años, murió junto a su familia en un deslave en la Zona 16. Douglas Dominic Saénz Pacheco, 1 año, el deslave lo soterró en la Zona 16. Johny Maximino Juárez López, 2 años, se lo llevó la correntada en el río Mopa en la comunidad La Ayuda, Coatepeque. Maritza Dalila Gómez Morales, 15 años, asesinada junto a su madre por causas desconocidas en San Luis Jilotepeque, Jalapa. Federico López Chanchavac, 16 años, accidente vial en el Kilómetro 130 ruta al Pacífico. *Con información de La Nana
¿De que mueren la niñez y adolescencia guatemalteca?
“Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño”[1]
La muerte se ha instalado en Guatemala permanentemente, no distingue edad, sexo, ni condición social.
Todos los días nos topamos con historias trágicas en los medios de comunicación, suceden tan a menudo que nos acostumbramos demasiado rápido al recién nacido tirado en el basurero, a la niña que saliendo del colegio recibió un balazo, al adolescente amarrado de pies y manos con el clásico tiro de gracia, a la familia literalmente desecha en pedacitos entre los hierros viejos de una camioneta de servicio extra urbano.
Por ello este primero de octubre, fecha en que las y los guatemaltecos celebramos el Día del Niño, La Nana, La Agencia de Noticias A favor de la Niñez y Adolescencia quiere recordar a las niñas, niños y adolescentes que han muerto en lo que va del año en Guatemala por causas prevenibles o violentas.
Durante los primeros nueve meses de 2005 el monitoreo de los diarios guatemaltecos (Prensa Libre, Siglo Veintiuno, elPeriódico, Nuestro Diario, Al Día, La Hora y El Quetzalteco) nos ha contado la muerte de más de 372 personas que no habían cumplido los dieciocho años de edad. Cifra que seguramente superará los 410 niñas, niños y adolescentes fallecidos en toda la República durante 2004, según datos de la Policía Nacional Civil.
En ese periodo se contabilizó en 170 ocasiones que algún bebé, niña, niño o adolescente perdió la vida con armas de fuego de todos los calibres, algunas veces por pura casualidad (balas perdidas, quedar en medio de un tiroteo, en un asalto). Y otras como blancos específicos (amarrados, torturados, con tiro de gracia). Los escenarios fueron, en muchas ocasiones, su propio hogar o comunidad. Así como áreas cercanas a la escuela y el trabajo o en plena calle, tanto en las zonas urbanas como rurales.
En la inmediatez de la nota roja, las condiciones sociales que generan esta violencia pasan desapercibidas. Así como las gran cantidad de niñas, niños y adolescentes que mueren atropellados o en accidentes viales por culpa de algún conductor cansado, irresponsable, ebrio o descuidado, y que en lo que va del año lleva al menos 67 víctimas mortales menores de edad, además de cientos de heridos que quedaron con daños graves y severos para toda su vida y que jamás recibirán un seguro o alguna ayuda de parte de los responsables.
El monitoreo diario de los medios nos contó que casi 30 niñas, niños y adolescentes murieron ahogados en pozos abiertos, al atravesar ríos para ir a la escuela, en piscinas que no cuentan con salvavidas o jalados por el alfaque en medio de las fiestas de verano. Diecinueve muertos con arma blanca, quince estrangulados, diez matados a puros golpes, cinco intoxicados y más de treinta por causas varias (degollados, descuartizados, electrocutados, etc). Las condiciones inhumanas de muchas viviendas y las copiosas lluvias ocasionaron que casi 22 infantes murieran soterrados en deslaves que se llevaron sus paupérrimas casas y sus vidas por delante.
Muchas de la víctimas aparecieron en los distintos medios de comunicación con pequeñas variaciones en sus nombres y edades. En más de treinta ocasiones sus cadáveres no pudieron ser identificados y fueron enterrados como XX.
De esta lista quedaron fuera los dos niñas y niños que mueren diariamente por enfermedades prevenibles como diarrea y neumonía y que según El Quetzalteco [2] sólo de enero a agosto del 2005, causó la muerte de 413 niños menores de cinco años en el departamento de Quetzaltenango. Estos datos son difíciles de recopilar ya que dependen de estadísticas de hospitales privados y públicos que no siempre están dispuestos a proporcionar información para el quehacer periodístico. Afuera de estos números quedan también las niñas y niños muertos por alguna negligencia médica o por maltrato familiar, de los que casi no existen registros.
Invitamos a las y los periodistas a visibilizar estos hechos y hacer un llamado al Gobierno para que cumpla la ratificación que hizo el 20 de noviembre de 1989 de la Convención de Derechos del Niño principalmente en su articulo 6 que garantiza el derecho a la vida, así como el Arto. 9 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (Decreto 27-2003).
Y así podremos celebrar realmente El Día del Niño y de la Niña.
Nota
Información:
Las personas que deseen cualquier información adicional pueden solicitarla en las oficinas de La Nana (O calle “A” 30-05 Zona 7, Utatlán I) Teléfono 2434-6655 y 2434-6337 con Ligia Flores.
Recuadro
Columnistas prestan espacios Hasta el momento, más de quince columnistas de elPeriódico, Prensa Libre, Siglo Veintiuno, La Hora y el Quetzalteco se han unido para lograr presentar todos los nombres, edades y formas de muerte de los casi 4 00 niñas, niños y adolescentes que han fallecido en lo que va del año por causas violentas o por algún tipo de negligencia humana como en accidentes viales o domésticos. La lista aparecerá a partir del 1 de octubre en los distintos espacios “donados” por los escritores, y esta basada en el monitoreo diario que realiza La Nana en los siete periódicos. Algunos nombres y edades variaban de medio a medio, así que por medio del cruce de datos se intentó escoger el más apegado a la realidad.
Sirva esta información para invitar a todos los colegas periodistas, activistas de derechos humanos, columnistas, redactores y dueños de medios a unirse para exigir al Gobierno de Guatemala que no permita que mas madres y padres sigan enterrando a sus hijos, invirtiendo así, el ciclo natural de la vida.
[1] Artículo 6 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
[2] El Quetzalteco 27/08/05, página 3, Enrique Hernández.
1 comentario:
gRACIAS POR PONERLO EN TU BLOG AMORE MIO
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