púchica jueves 22 09 05

Pueblón
Desde que era niño me empecé a ofender cuando la gente le decía pueblo a mi ciudad, y esto pasaba con frecuencia. Poco a poco me di cuenta que quienes lo decían eran, en su mayoría, capitalinos o ex residentes de la Capital. Entonces, cuando iba a Guate, tomé la costumbre de fijarme mucho en los elementos que la diferenciaran de Xela. Yo había aprendido que la nuestra es la segunda ciudad de Guatemala y eso me hacía sentir orgulloso, pero al ponerle atención a los grandes edificios, los pasos a desnivel, las calzadas, los rótulos, las sedes de gobierno, etc., me impresioné y empecé a llamar a Xela como ciudadcita.
Fue cuando me mudé de San Juan Ostuncalco a Panajachel que aclaré mejor mis propios conceptos de ruralidad, ciudad, pueblo y demás. Me convencí, concretamente, que una ciudad es el espacio donde se desarrollan actividades relacionadas con lo urbano: industrias, comercio y, sobre todo, la mayor generalidad de servicios. Se estructura con base en los diferentes sectores que allí coinciden: lo industrial, lo comercial, lo residencial, lo cultural, la vialidad que determina la dinámica espacial urbana, por decir algunos.
Siendo Pana una Villa (su título oficial) más pequeña que la Villa de San Juan (en habitantes y territorio), ha tenido que desarrollar sus condiciones para poder contar con mejores servicios, y lo ha logrado en gran medida. Por eso es que muchos trotamundos se refieren a Panajachel como una ciudad. Fue más que obvio para mi, entonces, que Xela es una ciudad, no un pueblo ni un pueblón. ¿Qué no tiene rascacielos? Venecia tampoco y nadie duda que sea una ciudad.
Pero después de varios años de despertar con la esperanza de que ese día madure nuestro sistema municipal, me empiezo a cansar de la humillación que significa para mí defenderla y que ella misma me contradiga. Es como el fanático súper chivo, que se ensalza hablando de su equipo para que al día siguiente lo goleen sin compasión.
En días de feria, cuando todo se ve a lo grande en la ciudad, los problemas brillan sobre todas las cosas. Entonces me pregunto: ¿Será que en verdad Xela es un pueblo y sólo yo me esmero por reivindicarla como ciudad?